Fútbol: alegría y trabajo

La Biblioteca del Laboratorio: 4ta entrega

Un 13 de agosto de 1919, en la ciudad tucumana de Concepción, nacía JORGE KISTENMACHER, el PROFE. Su vida estuvo atravesada por el deporte: el atletismo en su juventud y la preparación física en la adultez. En ambas no pasó desapercibido: Campeón Argentino de 110 y 400mts con vallas (1941 y 1943 respectivamente), también rioplatense en las dos competencias (1942) y en decatlon (1939 y 40).

Como Preparador Físico tuvo una extensísima carrera, destacándose sus pasos por ESTUDIANTES DE LA PLATA (1961-1972 siendo Campeón Nacional, Interamericano, Tricampeón de América y Campeón del Mundo), Selección Nacional (1972-1974, con Mundial incluido) y Peñarol de Montevideo (1980-1983, Campeón de América y del Mundo nuevamente).

En el año 1986 publica este libro, el legado de un profesional extraordinario para las generaciones futuras. Rescataremos en esta primera entrega dos pasajes. En primer lugar, el prólogo, escrito por Emilio ¨El Veco¨ Laferranderie, que es una hermosa semblanza de este ser humano de excepción:

¨No es el primero de JORGE KISTENMACHER, quien también ha tenido hijos y seguramente ha plantado árboles para cumplir con la trilogía primordial que según algunos justifica el paso por la vida. Siendo valioso tal recuento, no es todo lo que ha hecho. 

La gran historia de este atleta vocacional, maestro por generosidad, profesor de físicos y manso domador de espíritus, se abre para nosotros en la segunda mitad de la década del 60 en City Bell, la concentración de SU ESTUDIANTES DE LA PLATA. 

¨ZUBELDÍA se encarga de la parte técnica y KISTENMACHER asume la responsabilidad del resto¨. Nos lo contaron los jugadores, lo comprobamos con la observación directa. Acompañamos a aquel ESTUDIANTES triunfal desde el arranque, en el despunte copero en tierra colombiana, y allí certificamos que ¨el resto¨ era orden, atención permanente a los jugadores, dedicación plena, trabajo y sonrisa, esfuerzo exigido y cordialidad, esto último jamás reñido con la obligación en su brevario.

Primero fuimos amigos y después lo admiramos cuando la culminación mundial en la jornada de Manchester. ZUBELDÍA diagramó tácticas, los jugadores las cumplieron, pero detrás de ellos estaba el otro puntal de roble: ÉL.

La escalera lo llevó más tarde a todos los sitiales, incluso a la Selección Nacional argentina, hasta recalar hace 2 años largos en este Peñarol. Los aromos en lugar de City Bell. La camiseta a bastones negros y amarillos en lugar de los rojos y blancos, pero el mismo protagonista como eje de una tarea reconocida en ambos márgenes del Plata.

Este libro va a constituir un elemento valioso para todos y estamos seguros de que figurará en la Biblioteca de cada uno de sus colegas. Es otra demostración de un maestro generoso (quizá por ser sabio) que tanto valoramos en esta tierra que lo ha recibido como un amigo cabal, erguido como un cañaveral de su pago tucumano, dulce en la actitud cordial y siempre firme, como lo es por dentro la misma caña.

(...) No dudamos que este tomo sobre la preparación física será un éxito más y recorrerá sin fatiga el mundo de habla hispana. Lo auguramos de todo corazón para este gran personaje que tuvo hijos, plantó árboles y seguirá escribiendo libros, tal vez porque JORGE KISTENMACHER como el gaucho eterno de Hernández ¨vino a este mundo a enseñar¨

Por último, un par de las muchas páginas que dedica a ¨los conceptos del fútbol¨. Por su vigencia, parecen  escritas hace unos días:

Notas:

1) Jorge Kistenmacher falleció a los 90 años, el 23 de enero de 2010.

2) Más sobre Jorge Kistenmacher (click para ir)