Aquella final...

Por Johnny Strabler

Dos amigos del Laboratorio, Alrival y JSVG, compartieron en facebook una nota de  Debate Pincharrata acerca de la final que jugamos en 2009 frente al Barcelona.

En dicha nota se destaca el excelente trabajo realizado por Estudiantes (cuerpo técnico y jugadores) y se habla del sabor agridulce que dejó en muchos hinchas aquella epopeya. Sabor agridulce porque también existieron, según la nota, “orgullo y satisfacción por el deber cumplido”

También se desgrana allí una digresión entre RESULTADISMO y EXISTISMO, definiendo al primero como “trabajar únicamente para ganar” , mientras que el segundo solo es ganar dejando de lado la labor previa.

Con justa razón se remarca que “El futbol es el único deporte donde se le piden explicaciones al que sabe defenderse…”, pasando algo diametralmente opuesto con el básquet, rugby o box.

Ya en un posteo anterior recordé la obtención del título mundial por Muhamad Ali frente George Foreman luego de defenderse en 7 de los 8 rounds que duró la pelea.

Siguiendo con su (Para mí, eh, para mí) acertado criterio; el citado artículo marca el disímil tratamiento dispensado por la prensa interesada a las finales jugadas contra Barcelona por River y Estudiantes.

Mientras que a nosotros nos reprocharon “meternos atrás” a ellos los elogiaron por “jugarles de igual a igual” , y agrego que alguno de los personeros de “la nuestra” (¿?)  expresaron “ no es que River se metió atras, Barcelona lo llevo por delante”

Hasta ahí una breve síntesis de la publicación en cuestión.

Ahora van mis sensaciones y pareceres.

Yo NO me quede con un sabor agridulce, me quede con sabor agrio o amargo.

Orgullo?  Solo por ser hincha de Estudiantes, nada más.

Satisfacción? ninguna.

Tampoco reproches, Ni al CT ni a los jugadores. Hicieron lo que debían y fueron mas allá de lo que podían.

Pero fue derrota.

Con todos los atenuantes enumerados aquí y varios mas,

Pero derrota al fin.

Poco me importan los atenuantes.

No fuimos a pasear a Abu Dhabi, fuimos a traer la copa y no lo logramos.

Pusimos todo y no alcanzó. 

Me quedo con que no alcanzó, que íbamos a poner todo ya lo sabía. Soy de Estudiantes, siempre pongo todo.

Es mi forma de ver, es mi forma de vivir. Y cuando me toca perder, pierdo. Y me la aguanto. Y espero la revancha.

Aun espero por el Milan y por el Feyenoord.

Cuando perdimos contra River en el 75, luego de errar un penal y una atajada magistral de Fillol a Veron padre, Perfumo al ser consultado por un periodista acerca de la justicia del resultado declaró “Que le vayan a cantar a Gardel”.

Y mas alla de la calentura, para mi tenía razón.

Despues del Barcelona, solo nos quedaba ir a cantarle a Gardel, aguantar y volver al trabajo esperando la revancha.

Como en esas charlas intimas con los amigos de la vida, donde uno cuenta una pelea perdida o una mujer que resultó esquiva, me parece que este episodio con el Barcelona cuenta como una derrota más.

A cantarle a Gardel y seguir poniendo huevos, construyendo ADN y manteniendo la Mística.

Por si no quedó claro, es solo mi opinión.